Después de muchos dias sin competir y pocos entrenos (uno mal contado), me presento en Moriscos un pequeño pero bonito pueblo al lado de Salamanca para competir en la segunda prueba del Cross de Cabrerizos (consta de cinco pruebas).
El día se levanta soleado pero muuuuuy frio (-4ºC). Que coj... hago yo levantándome un domingo de puente para correr por el campo salmantino. En fin, quedo con mis amigos Juni y Pachito para ir al pueblo y me doy cuenta de lo mal preparado que voy. Ellos muy elegantes con sus sudaderas y yo con un forro polar del año de la polka.
Llegamos a las 10 al pueblo y la primera en la frente, me había apuntado pero no había pagado. Eso es lo que pasa cuando te apuntas a tantas carreras, siempre se te escapa algo. De todas formas me dejan apuntarme, me dan dorsal, cojo la camiseta y rumbo a calentar. Me doy cuenta de que soy el único que estira, el resto solo hace un poco de carrera continua.
Saludo a Oscar el cuñado de Juni y uno de lo organizadores de la prueba y rumbo a la línea de salida.
Salimos a las 10:30 (como me gusta la puntualidad). Empiezo con tranquilidad, o eso creía, porque en el km 2 me encuentro con un compañero del instituto y veo que voy a 4.55. Ralentizo un poco, ya que después de tantos días sin correr, tenía miedo a las lesiones y a reventar en medio del camino. En el km 4 me pasa Valero, un amigo de Juni. Esto me da un buen subidón ya que en las carreras en las que hemos coincidido siempre me sacaba un buen trecho. A partir del km 5 me empiezo a encontrar genial por lo que acelero hasta 5.05 el km. En el km 7 empiezan dos cuestecitas cortas pero bastante duras. Las sensaciones siguen siendo buenas pero me reservo para el último km que ya es cuesta abajo.¡ Que gozada terminar tan rápido!.
Me encuentro con mis amigos a la llegada y me doy cuenta que no me han sacado tanto. A 11 minutos de Pachito y a 7 minutos de Juni. Normalmente me sacan muuucho más. Supongo que habré mejorado o es que ellos han empeorado, uno con un niño recien nacido (Sergio, que niño más guapo) y el otro volviendo a disfrutar de la gastronomía salmantina.
Al final 10.5 km en 54 minutos.
Creo que es la carrera corta más rápida de mi vida y en la que mejor me he sentido. Esto me da gran moral para seguir mejorando de cara a mi gran objetivo.
Por cierto, he puesto la foto de uno con la camiseta del Betis porque hay mucho del Madrid y del Barsa pero en todas las carreras que voy hay algún bético (musho Betis). Lo que hay que decir para hacer la pelota a mi suegro.
Ya por la tarde a reponer fuerzas con una degustación de productos de Guijuelo organizada por mi amigo Carlos (4C Comunicación). Joder como estaba el jamón. Creo que os lo imaginais jijijiji.
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